Un amigo siempre escribe que esta afición a la música es un verdadero juego, y que cuanto más se juega y mejor se entienden las reglas, mayor es el beneficio. De igual modo cuando un grupo decepciona, simplemente entona el habitual “siga jugando”. Bien, yo creo que una de las partes más divertidas de este juego consiste en buscar familias, de modo que hace unos días nos divertíamos escuchando a Confetti, pero gracias al juego pasábamos a apostar por Fat Tulips o Slumber, la carta más popular era la de Mark D, de los Fat Tulips.

En fín, creo que al final he encontrado la carta ganadora, y gracias al recordatorio de un blog fui a dar en mi discoteca con un 7” de Sundress que prácticamente tenía olvidado, y que bien podía haber surgido en los comentarios sobre el disco de Confetti.

Poco se puede contar sobre la historia de Sundress, grupo formado por Mark D. (fundador de los Fat Tulips) junto a su amiga Sarah Brown de Twa Toots. La producción de Sundress se limitó a cuatro canciones, todas ellas merecedoras de ser incluidas entre los mejores momentos de Fat Tulips, caso de haber sido parte del repertorio de éstos.

El primer contacto con Sundress se da gracias a su magnífico 7” publicado por Sunday Records en 1993. Recuerdo la sensación que me produjo depositar la aguja sobre el disco, inmediatamente empezó a sonar Give Your Heart Another Day y creí que había equivocado las revoluciones que correspondían al vinilo. Tal es la voz de Sarah, tan aguda que provoca la sensación de que el disco suena demasiado rápido. No hay mucho más en la canción, solo una tímida guitarra y la caja de ritmos que suena incesante, sin embargo la sensación de dulzura que produce la aniñada voz de Sarah te obliga a escuchar la canción sin parar. Waiting, segundo tema del disco, está más en la línea de los Fat Tulips, más melancólico que el tema que le precede está dominado por la guitarra acústica. El disco concluye tendiendo a menos en cuanto al ánimo de las canciones, siendo Gone el tema más triste del disco.

Prácticamente esa es toda la historia de Sundress, con un genial epílogo en forma de canción incluida en el recopilatorio Sunny Sunday Smile, en el mismo sello y año que su disco. Changing Colours no tiene nada que ver con sus tres temas anteriores, duplicando la duración de éstos y contando con un sonido más enérgico, quizás el mejor tema del grupo para el broche final a su historia inexistente.